Mitos comunes sobre la quiropraxia
Desmontamos creencias erróneas con ciencia, evidencia clínica y fundamentos neurofisiológicos
A pesar de su creciente respaldo científico y expansión global, la quiropraxia continúa siendo objeto de mitos infundados. Este artículo, elaborado por la Lic. María del Carmen Quiroga, especialista en salud vertebral con más de 30 años de experiencia clínica, tiene como objetivo aportar claridad mediante una revisión crítica y actualizada de la evidencia biomédica disponible.
Mito 1: “La quiropraxia no está basada en ciencia”
Este es uno de los mitos más persistentes. La quiropraxia es reconocida como una disciplina sanitaria en más de 90 países y cuenta con una base científica sólida. Revisiones sistemáticas de la Cochrane Collaboration y publicaciones en revistas indexadas como Spine y el Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics (JMPT) han demostrado consistentemente su eficacia en el tratamiento del dolor lumbar, cervical, disfunciones articulares y cefaleas tensionales (Bronfort et al., 2010; Rubinstein et al., 2012).
Mito 2: “Los ajustes quiroprácticos son peligrosos”
Los estudios de vigilancia post-intervención muestran que las complicaciones graves derivadas de la manipulación vertebral son extremadamente raras, con una incidencia estimada entre 1 en 1.000.000 y 1 en 5.000.000 en el caso de manipulaciones cervicales (Cassidy et al., 2008). La mayoría de los efectos secundarios son leves y autolimitados, como mialgia transitoria o fatiga.
Mito 3: “Una vez que empiezas, no podés parar”
La quiropraxia no crea dependencia física ni psicológica. El modelo de atención incluye tres fases:
- Fase aguda: reducción del dolor y restauración de la movilidad.
- Fase de estabilización: restauración del patrón neuromuscular y proprioceptivo.
- Fase de mantenimiento: opcional, centrada en prevención y mejora funcional.
Los planes son personalizados y ajustados a la evolución clínica y metas del paciente.
Mito 4: “La quiropraxia solo sirve para el dolor de espalda”
Si bien es especialmente eficaz para el dolor espinal, múltiples estudios reportan beneficios sistémicos. Se ha observado mejoría en cefaleas, vértigo cervicogénico, disfunción temporomandibular, calidad del sueño y rendimiento deportivo (Haas et al., 2004; Vernon et al., 2007).
Mito 5: “El crujido es peligroso”
El fenómeno de cavitación articular —el sonido que se escucha durante ciertos ajustes— no implica daño estructural. Es producto de la liberación rápida de gases (principalmente CO2) en el líquido sinovial. Técnicas instrumentales o de movilización pasiva logran efectos similares sin sonido.
Mito 6: “Los quiroprácticos no son profesionales sanitarios”
En países como EE.UU., Canadá, Reino Unido o Australia, la quiropraxia es una carrera universitaria de 5 a 7 años con acreditación institucional. En Argentina, profesionales como la Lic. Quiroga complementan su formación en Kinesiología (UNC) con posgrados y certificaciones internacionales.
Mito 7: “Es mejor ir al fisioterapeuta”
Fisioterapia y quiropraxia son disciplinas complementarias. Mientras la primera se enfoca en rehabilitación funcional, la segunda se orienta a la integración neuromusculoesquelética mediante ajustes espinales específicos. La combinación interdisciplinaria ofrece mejores resultados clínicos en cuadros crónicos y recurrentes.
Mito 8: “No hay pruebas de que funcione”
La evidencia empírica y la experiencia clínica sostienen la eficacia de la quiropraxia. Revisiones del National Center for Complementary and Integrative Health y estudios en militares estadounidenses muestran reducción del uso de opioides y mejoría funcional tras intervenciones quiroprácticas (Goertz et al., 2013; Lisi et al., 2019).
Mito 9: “Es solo para adultos”
La quiropraxia es aplicable en todas las etapas del ciclo vital. En neonatos puede facilitar el desarrollo neuromotor; en niños, la corrección postural; en embarazadas, el equilibrio pélvico; y en adultos mayores, la prevención de caídas y deterioro funcional.
Mito 10: “Un solo ajuste cura todo”
El ajuste es un estímulo neurosensorial que activa la plasticidad sináptica, pero la recuperación integral exige un abordaje sostenido con educación postural, hidratación, movilidad activa y control del estrés. No hay soluciones instantáneas en medicina funcional.
Conclusión
La quiropraxia es una disciplina clínica respaldada por literatura científica, neuroanatomía funcional y resultados objetivos. En Quiropraxia San Rafael, bajo la dirección de la Lic. María del Carmen Quiroga, el abordaje se basa en evaluación clínica, escaneo termográfico, ajustes específicos y seguimiento personalizado.
📍 Av. Gral. Espejo 772, San Rafael, Mendoza
📲 WhatsApp: +54 260 430 5475
Escribir por WhatsApp

Comentarios
Publicar un comentario